jueves, octubre 29, 2009

NOTAS FORO PARTIDO JUSTICIALISTA- Diciembre 2007 a Julio 2008

julio 23, 2008
EL PJ EN LA MIRADA PÚBLICA
Otros aires soplan en el país y, si bien es pronto para alegrarse demasiado, es obvio que el tema del PJ, que nos viene ocupando hace siete meses, puede hoy abordarse desde una certeza: muchos de los dirigentes incluidos en el PJ oficial, hoy unidos de hecho con aquellos pioneros que no habían siquiera sido invitados a participar en la organización del partido, se han expresado abiertamente en contra de algunas de las ideas kirchneristas. En principio y a viva voz, en contra de las ideas del matrimonio presidencial sobre política agropecuaria y, sotto voce, en contra de los aspectos caducos del modelo económico que alguna vez creyeron que podría resistir y, con un fervor apenas reprimido, en contra de los manejos autoritarios, inconstitucionales y antidemocráticos. Los medios periodísticos, por su parte, han tomado esta semana el PJ como el tema favorito de especulación política. Lo que hasta hace poco tiempo era una discusión casi privada entre políticos y militantes, hoy se ha transformado en un tópico popular en el cual todo argentino tiene algo para decir.

A pocos días de lo que será una manifestación abierta del comienzo de las discusiones institucionales sobre el PJ y su rol en el país, se perfilan tendencias y dirigentes ávidos de participar en el debate y de abrirlo a la sociedad. Muchos de ellos, como Duhalde, especulan con el desgaste y prefieren que el proceso sea lento y parsimonioso, convencidos de que los Kirchner sólo pueden cometer más errores y que no podrán evitar su autodestrucción. Otros, más frontales y honestos hacia la ciudadanía y hacia las necesidades de la Nación, como Reutemann, Romero y de la Sota, creen que el airear los temas traerá la democracia que falta, arrastrando incluso a los Kirchner en la ola del baño de verdad, y ayudando a que la ciudadanía pueda identificarse de modo transparente con las nuevas ideas y con la actitud personal de quienes las encarnan. El contrato personal entre dirigentes y ciudadanos debe ser renovado, tanto por la discusión pública como por la modificación del sistema electoral recordando además que las listas sábana deben suprimirse, devolviendo la libertad al elector y facilitando el compromiso personal.

El lanzamiento anticipado del equipo para la candidatura presidencial de Macri anticipa el dibujo de la futura oferta electoral. Aún sin descartar que el debilitado kirchnerismo pueda todavía salirse con la suya, con la complicidad de la Justicia, y ocupar ilegalmente el PJ transformándolo en un partido de izquierda, todo lo que se haga para transparentar el ya existente debate sobre el actual PJ ayudará a colocarlo en el correcto casillero: el de un peronismo amplio, democrático, progresista en la economía y en la adecuación al siglo XXI y a la nueva sociedad del conocimiento, conservador de la cultura argentina y de sus mejores tradiciones, y fiel a sus banderas doctrinarias y políticas de soberanía, independencia y justicia.

julio 01, 2008
PARALELO ENTRE LA ARGENTINA Y EL PJ
Como ambos padecen la misma inadecuada conducción kirchnerista, caracterizada por el autoritarismo, la carencia de diálogo con adversarios y rivales, y la enfermiza negación de la realidad, es muy posible que el destino de la Argentina y el del PJ cambien también al mismo tiempo y de modo inesperado.

La discusión por las retenciones llevada al Poder Legislativo ha delineado claramente el campo peronista, ya no reducido al pseudo peronismo oficialista sino ampliado a dos grandes grupos de presión: el duhaldista, de ideas filokirchneristas, que trataría de salvar la cara del Gobierno con sólo algunas modificaciones a la Resolución 125 y el delasotista –para sólo nombrar al dirigente hoy más activo-, que al igual que el total de la oposición no peronista, cree que se debe rechazar de plano la famosa resolución de la discordia y comenzar de cero la discusión sobre la política agropecuaria.

En espejo, los campos dentro del PJ se dibujan con idéntica claridad: por un lado el kirchnerismo, sostenido por resoluciones judiciales que la Justicia Electoral deberá rever en cuanto los afiliados protesten con el mismo vigor que los agricultores por la manifiesta ilegalidad de dichas resoluciones, y por el otro, el duhaldismo tradicional que desea reemplazar al mismo kirchnerismo que ayudó a entronizar y el nuevo gran rival, el grupo encabezado por José Manuel de la Sota, Ramón Puerta y los hermanos Rodríguez Sáa, plantados ya frente a las dos obsoletas versiones del peronismo con todo el rigor de la modernidad.

Esto es lo que viene y, mucho más pronto de lo que hubiéramos creído hace sólo algunas semanas, ya no discutiremos acerca del PJ sino que, encolumnados en alguna de sus tres líneas, debatiremos los grandes temas nacionales y las diferentes soluciones en la más democrática de las pre-internas.

La Argentina y el PJ habrán terminado así su ciclo de siete años de antidemocracia y de irregularidad jurídica, inaugurados por el ex Presidente Duhalde, uno de los grandes equivocados de la historia argentina y a quien pocos quieren volver a ver influyendo con ideas erróneas en el destino de la Argentina o en el del PJ.

EL PJ no oficial acaba de presentar a la comunidad un conjunto de líderes modernos y libres. Ellos actúan hoy con gran decisión, pidiendo a los diputados peronistas la inmediata derogación de la Resolución 125 y recordándoles que la lealtad peronista fue, es y será al pueblo al cual representan y no a un Poder Ejecutivo cuestionado por ese mismo pueblo que no se siente escuchado en su reclamo, o a un Presidente de partido rechazado por afiliados a quienes no se les permitió elegir.

junio 22, 2008
DEBATE DEL PERONISMO LIBERAL
La salida de Menem del Partido Justicialista, con un sonoro portazo, asegurando que el Partido Justicialista no existe más, abre un nuevo debate acerca del futuro: ¿dentro del PJ o fuera del PJ?

Hace pocos días, Ramón Puerta señalaba en un reportaje de Gerardo Rozín, que la transversalidad destruyó los dos grandes partidos argentinos y contribuyó al derrumbe institucional. ¿Insistir con la diáspora en el PJ ayuda o agrega más destrucción?

Por otra parte, ¿como lograr una correcta conducta en los jueces electorales para habilitar el debate y elecciones democráticas dentro del PJ?

¿Pueden los Kirchner caer y arrastrar con ellos al PJ para siempre? Si es así, ¿quienes van a demarcar ya mismo el espacio del peronismo que es infinitamente más amplio que el kirchnerismo?

¿Estamos suficientemente atentos al hecho de que una gran parte de la población no peronista identifica en los Kirchner los aspectos institucionales más vulnerables del peronismo antiguo y que no verían con desagrado que se llevaran en su caída la totalidad del Justicialismo?

¿Qué planes tenemos para reestructurar el PJ como un partido moderno y democrático?

¿Por qué los ex presidentes y antiguos funcionarios importantes del ejecutivo persisten en continuar su carrera política aspirando a puestos electivos, aún cuando sean ya impopulares y rechazados por grandes grupos de la población en vez de crear fundaciones políticas donde volcar su experiencia y servir a la Nación del mejor modo posible?

¿Por qué un dirigente moderno como Macri tampoco estudió a fondo los problemas de la Ciudad antes de asumir el Gobierno en alguna de sus fundaciones y ahora es sorprendido, por ejemplo, por los taxistas que señalan la improvisación?

¿Estamos condenados a ser chantas aún sabiendo que ya no podemos ni debemos, porque el país colapsa, tal como la ignorancia del actual gobierno en materia agropecuaria ha demostrado?

junio 19, 2008
LA AMBICIÓN SECRETA DE LOS KIRCHNER
La insistencia en una visión paranoica acerca de las intenciones de quienes se oponen a su estilo antidemocrático de gobernar, ya sea en el Partido Justicialista como en el Gobierno Nacional, confirma las peores suposiciones de algunos analistas: los Kirchner no están de ningún modo interesados en permanecer al mando del país y del PJ sino en construir una imagen internacional que les permita deambular por el mundo dando las lecciones del socialismo que no pudieron aplicar porque fueron derrocados por un golpe oligárquico.

Ellos, mejor que nadie, saben que su programa estatista está agotado y que sólo les cabe ceder a la realidad, si quieren seguir gobernando. Tal vez por ese inevitable ajuste que estaría al final de esta crisis es que redoblan la apuesta: perderla sería, para ellos, ganar. Es decir, no tener que hacerse de verdad cargo del poder y de gobernar en medio de todas las contradicciones y adaptaciones a que obliga la realidad, y disfrutar en cambio de un exilio dorado jugando el cómodo rol de los nuevos Che Guevara planetarios, de Perón y Evita de utilería en la fantasía revolucionaria de la izquierda. Plata no les falta para representar esta comedia en todos los foros internacionales precisados de mitómanos para contradecir, en ese caso, la realidad global.

La diferencia, como siempre, la harán los argentinos, obligándolos quizá a gobernar bien y a enfrentar como opción, no el exilio, sino la cárcel, no sólo por la sospecha, señalada por muchos líderes de la oposición, de participación en diversos negociados y por la ingerencia en la justicia para impedir la vida democrática dentro del Justicialismo, tantas veces señalada en este foro, sino por no cumplir con el deber de todo mandatario de gobernar bien, atendiendo a los intereses de la mayoría y no a las necesidades de lustre y poder personal.

junio 13, 2008
EL ARMADO DEL PJ Y EL LEGADO DEL GENERAL PERÓN
El 12 de junio de 1974 el General se dirigió por última vez a los militantes reunidos en la Plaza de Mayo y los que allí estuvimos pudimos percibir, quizá por la urgencia e improvisación de la convocatoria, la singularidad afectiva del mensaje. El tono era de una calma y una intimidad inusual y, sin que lo supiéramos en ese momento, una despedida. Nos pedía compromiso y vigilancia; se llevaba con él “la música maravillosa” del pueblo argentino. Nos dejaba, además de la partitura para que no desafináramos, una orden no escrita de seguir escuchando la palabra de los compatriotas y también la clave para regocijarnos en su música. Muerto el General, el peronismo no ha sido otra cosa que la memoria de ese aprendizaje y la práctica cotidiana de una creatividad aplicada al adecuado acompañamiento del pueblo. A los dirigentes formados dentro de aquella visión peronista de la Argentina y de los argentinos, expresada además en la muy nacional, original y amplia filosofía política del justicialismo, hoy sólo se les reclama fidelidad a este específico legado de lealtad al pueblo.

Si para el General, durante los años revolucionarios, el PJ sólo era un instrumento electoral del movimientismo, para los que quedamos, y a treinta cuatro años de su muerte, el PJ es el instrumento institucional de una doctrina política que, como conjunto de normas y valores, no tiene ataduras ideológicas sino objetivos. Por eso el actual PJ, antidemocrático, autoritario y excluyente, debe ser restituido a las normas y valores que le dieron origen y debe entonces ser democrático, justo e integrador. Como el movimiento peronista históricamente sustituyó a la izquierda progresista, creando un progreso real en las clases trabajadoras y como además reemplazó a la antigua elite oligárquica en el ejercicio del poder, es impensable un PJ respetuoso de su lugar en la historia, que no absorba a aquellos que vino a reemplazar. El PJ institucionalizado tiene que albergar, además de a los peronistas ortodoxos, a las corrientes de izquierda que convergieron en el peronismo y a las corrientes liberales que, después de Perón, no tuvieron otro destino que el mismo peronismo.

El poder de los Kirchner en el PJ está en declive al igual que su poder en el país pero algunos temen aún que se queden en el PJ y en el Ejecutivo para siempre, si consiguen doblegar el Poder Judicial. Como alternativa a esta posibilidad, se ha hablado en los últimos días acerca de la creación de nuevos partidos, como el Partido Agrario o el Partido Unión y Dignidad, propulsados por peronistas excluidos del PJ actualmente usurpado. Otras estrategias han sido la reciente negociación de Reutemann con Kirchner para ganar de todos modos, disimulando una derrota ostensible del kirchnerismo, en las próximas elecciones de julio en Santa Fé, y también el anunciado regreso de Duhalde a la lucha partidaria para recuperar sus dirigentes robados por los Kirchner. Nos preguntamos entonces si la estrategia de un peronismo libre y creativo pasa por aceptar la exclusión y hacer rancho aparte o, por el contrario, por no perder ocasión para tomar posición de las porciones del PJ que le corresponden, por legítima herencia. Como la última década política en el PJ ha sido la de las exclusiones y la de la formación de partidos propios por todas y cada una de las minorías, quizá haya llegado el momento del movimiento inverso hacia la inclusión de todos en un gran PJ, asegurando la coexistencia democrática con elecciones libres. Los Kirchner expresarían así la última experiencia de exclusión y el peronismo libre encarnaría la superación de esta etapa, el comienzo de la inclusión de todas las minorías en su lugar de pertenencia original y la consiguiente definitiva institucionalización del PJ.

Llegó entonces la hora de que los grupos libres peronistas excluidos del PJ, marquen para ocuparlo su lugar en el conjunto, presionando en la justicia y, sobre todo, en la opinión pública a través de una persistente comunicación. Muchos grupos, definidos no por su ideología sino por su exclusión del PJ usurpado, darán vida así al inmenso espacio comunitario real del peronismo que va desde los seguidores de Pino Solanas a los cavallistas, pasando por los duhaldistas, los menemistas y por todos los nuevos pichones de águila que ya asoman la cabeza para representar a los argentinos. Ese último movimiento, el de la asociación en el espacio público de los grupos peronistas libres, será el que logre la definitiva institucionalización de un PJ que precisa ser tan justo, libre y soberano como quiere la doctrina.

Este movimiento no precisa en este momento coincidencias ideológicas, porque para eso estarán después las internas, sino un claro sentido de afinación con la maravillosa música del pueblo. Socialistas, ortodoxos o liberales, los peronistas honestamente comprometidos con el legado de Perón se reconocen en su permanente esfuerzo por dar en la tecla, para que siga la música.

junio 05, 2008
PARTE DE BATALLA
El último domingo, Elisa Carrió lloraba en el programa de Grondona y guardaba para sí lo que según ella va a suceder antes de un 9 de Julio que nos encontraría en una situación institucional muy diferente a la actual. Los autores del golpe institucional del 2001, Duhalde y Alfonsín, son mencionados hoy con sorna por el diario Ámbito Financiero en relación a su oposición al actual gobierno con el cual comparten sin embargo la ideología económica fundamental, y a quienes todos los actores políticos de la oposición evitan mencionar como los aliados en la coyuntura. Estos dos datos, más que para esclarecer la posible deriva del actual gobierno y su sustitución por el más avispado en el Senado, sirven para alertar acerca de la naturaleza de la actual situación que no consiste en una simple sustitución de los Kirchner tanto en el PJ como en el Gobierno sino que representa, por el contrario, una caminata esforzada hacia una mayor institucionalidad.

Al Kirchner del PJ se le pide democracia partidaria y renuncia a ejercer presión en su favor sobre la Justicia; al Kirchner del Poder Ejecutivo se le pide un cambio total en la política económica que sirva no sólo al campo sino al país. A ambos se les pide una mejor conducta institucional y respeto a la división constitucional del poder en tres partes equivalentes y no la centralización de los tres en el Ejecutivo. A ambos, y al Poder Legislativo se les pide una urgente revisión de la política centralista y la creación de un verdadero federalismo fiscal, según la simple y sencilla regla explicada la semana pasada por José Manuel de la Sota: que las provincias recauden y administren sus propios impuestos y que coparticipen a la Nación.

Los Kirchner pueden cambiar y terminar con este proceso de autodestrucción política y de destrucción del país que iniciaron por ignorancia económica, desubique internacional y tozudez ideologista. También pueden ahondarlo. En verdad, en ellos está la decisión. Lo que la verdadera oposición –aquella opuesta al meollo de sus políticas, originadas en los Duhalde y Alfonsín que hoy se quejan de su propio Frankenstein- no debería ignorar, es que trata de cambiar no de gobernantes sino de políticas, incluso aquellas encargadas de un reordenamiento institucional.

mayo 22, 2008
HORAS INCIERTAS
Si bien el conflicto con el campo está en este momento en el centro de la escena política, el tema del Partido Justicialista que nos viene ocupando desde fines del año pasado no es menor.

El conflicto con el campo es de algún modo consecuencia directa de la escasa institucionalidad que padece nuestro país. Los impuestos deberían ser discutidos y aprobados en el Congreso. En el Congreso deberían sentarse los auténticos representantes del pueblo y de las provincias. Estos representantes deberían ser elegidos de a uno, y no en listas sábanas. Para ser elegidos en una elección general, deberían sortear primero una interna en sus respectivos partidos políticos. Los partidos políticos deberían para eso funcionar democráticamente, con afiliaciones y desafiliaciones debidamente anotadas en padrones públicos y sus afiliados deberían elegir por medio del voto a las autoridades legítimas del partido. La Justicia Electoral debería velar, representando al pueblo argentino, por el correcto proceder de los partidos políticos y corregir cualquier irregularidad. La Corte Suprema debería estar atenta también a cualquier indicio de corrupción en la Justicia Electoral, como Justicia suprema de última instancia.

Lo que los Kirchner han hecho es saltear todos estos pasos, siguiendo el mal ejemplo de Duhalde y sin que tampoco podamos mencionar a Menem como un ejemplo de total corrección ya que su insistencia en la tercera reelección creó el fundamento del caos posterior, aprovechado por sus enemigos partidarios y, sobre todo, por los enemigos de su por otra parte exitoso modelo.

Reestablecer el orden, requiere el retomar paso por paso la reorganización institucional del país. Hay otros partidos con la misma tarea pendiente. Aquí nos ocupamos del Partido Justicialista y pensamos que el trabajo de reordenarlo vale la pena. Un PJ democrático y funcionando según las reglas dejaría por fin atrás, y para siempre, las horas inciertas de la escasa o nula institucionalidad. Para eso, más pronto que tarde, la Mesa Ejecutiva que con buen criterio ha comenzado a organizar Ramón Puerta y a la cual van adhiriendo todos los dirigentes que cuestionan la ilegalidad de la actual organización kirchnerista del PJ, deberá atraer la atención del público acerca de este tema y esclarecer acerca de su incidencia en la crisis institucional de la Argentina. No es un tema que sólo sea relevante de cara a las elecciones de 2009: es, por el contrario, la piedra angular para comprender y comenzar a resolver la actual crisis institucional.

mayo 06, 2008
LOS CÓMPLICES
La disyuntiva para la Justicia Electoral es: obedecer a Kirchner u obedecer al interés democrático del pueblo argentino. La disyuntiva se traslada a las Cámaras donde la lista opositora y afiliados apelen y a la Corte Suprema que deberá decidir si en una Argentina democrática le es permitido a quien maneja los resortes del Gobierno Nacional a través de su mujer, influir en las decisiones de la Justicia para apoderarse del mayor partido político de la Argentina e inmovilizar así la voluntad de millones de afiliados que no comulgan precisamente con su espíritu ni sus ideas.

La mayoría de la dirigencia peronista que se apresta a obedecer a Kirchner respaldándolo en un nuevo acto de asunción ilegítima de una Presidencia del partido para la cual no ha sido votado, dado que se ha coartado –hasta ahora- la posibilidad de una interna, es también cómplice de este estado de cosas y debería pensar dos veces acerca de su ciega obediencia. La conveniencia de hoy no es siempre el éxito de mañana.

Según lo que los representantes de la Justicia, en todas sus instancias, decidan y según el resto de honor que los dirigentes peronistas puedan tener frente a la masa de afiliados que los votó, continuará o se terminará este capítulo oscuro en la historia del Partido Justicialista.

En los umbrales de su definitiva institucionalización y de la reconciliación histórica con los sectores no peronistas que siempre reprocharon su escaso nivel de institucionalidad, este retroceso político y cultural en el PJ impreso por la gestión gubernamental y partidaria de los Kirchner, no representa sino una más de las infinitas piedras en el camino que los argentinos debemos apartar hasta reencontrar nuestro destino de libertad y grandeza.

abril 24, 2008
¿QUÉ HACEMOS AHORA?
Muchos se preguntan dónde afiliarse, dónde están los padrones publicados para consultar, a quién dirigirse como jefe de la oposición interna, dónde anotarse para participar y opinar.

No tenemos respuesta para estas preguntas porque el PJ legal no existe, no aún. Sólo existe en su reemplazo una ficción ilegal autorizada por una justicia que obedece al bicéfalo Poder Ejecutivo y no a la ley.

La pregunta es ahora no cómo reorganizar el PJ sino como recuperar la legalidad en el PJ usurpado y restablecer la participación de TODOS los afiliados por medio de internas libres y democráticas.

Como el tema de la ilegalidad toca ya demasiados puntos de la vida nacional, desde las retenciones anticonstitucionales al uso privado de una institución pública como el partido político más grande de la Argentina, la solución del tema PJ es inseparable de una solución política que resuelva la totalidad del problema. El mal avanzó ya demasiado y sólo cabe esperar que se agote a sí mismo.

Sigue pendiente el tema del liderazgo de la vasta corriente de argentinos, peronistas y no peronistas, que queremos un justicialismo justo, libre y democrático. Como siempre, terminará emergiendo alguien que nos interprete y represente.

abril 20, 2008
TODO ES LIDERAZGO
El proyecto de los Kirchner para el PJ es bien claro: hegemonía y estatización. Si bien los muy meritorios esfuerzos de ambos Rodríguez Sáa, ya para instalar una lista opositora o para impugnar las ilegales condiciones de la interna del 18 de mayo, constituyen una promesa de espacio alternativo dentro del PJ desde donde discutir modalidades y contenidos, no se percibe un claro liderazgo peronista opositor a Kirchner.

La batalla interna por el PJ sólo importa en la medida en que se la considere como una ocasión para proponer un liderazgo alternativo proveedor de una reinterpretación del peronismo que sirva al país. El gran problema que la Argentina tiene hoy en cuanto a la gestación de sus élites políticas es precisamente el de la aún no saldada discusión acerca de qué es hoy el peronismo moderno y cómo se reinterpreta el justicialismo a la luz de la modernidad global.

Este foro, desde su primer día, pretendió crear un espacio de discusión acerca de este tema, esperando que las voces de sus participantes se trasladasen de algún modo a la prensa y a través de ella a la ciudadanía en general y que la discusión por el PJ se transformase en el importante tema público que es, ya que si nada se hace para democratizarlo, la Argentina va a ser dominada por un partido único, expresión de una oligarquía de dos (o de tres, que ahora se ha agregado el niño en la JP), dueña y señora del Ejecutivo, de las dos Cámaras, de la Justicia y de la Prensa por medio del observatorio con poder de veto.

El PJ, una de las dos más tradicionales fuerzas políticas, será finalmente lo que los argentinos, peronistas y no peronistas, hagamos de él, por acción o por esa omisión tan habitual en los tiempos de desesperanza.

abril 07,2008
CAMPAÑA DE AFILIACIÓN
Los padrones con los cuales se realizará la elección interna en el PJ ya se pueden consultar en Internet, en forma de consulta limitada a un afiliado por vez. No han sido depurados ni actualizados, lo cual supone una discusión pendiente una vez que publiquen en su totalidad y se analicen. Tampoco se ha hablado de una necesaria campaña de afiliación en un partido que ha estado dividido y clausurado durante tanto tiempo y con tantísimos afiliados emigrados en el interin hacia otras fuerzas, empezando por los mismos Kirchner que abjuraban del PJ hasta hace muy poco y contaban con su propia formación política a la cual no sabemos si renunciaron. Las nuevas afiliaciones representan un tema muy sensible en este momento de extremo desprestigio del kirchnerismo, ya que muchos independientes disgustados con la marcha del país estarían tentados a afiliarse y contribuir así activamente en la transformación del PJ. Como la legitimidad de las nuevas autoridades dependerá de los afiliados, hoy son éstos los que pasan a primer plano. ¿Son todos los que están y están todos los que son?

Cada día hay más conciencia de la incidencia de esta interna en la vida política nacional. Lo que en Enero parecía un simple trámite de acumulación de poder, hoy se presenta como la posible bisagra hacia un futuro muy diferente.

El Partido Justicialista es el partido más grande de la Argentina y debe ser presidido por quienes la sirvan y no por quienes la usen como un bien ganancial.

Muchos, muchísimos, de los sufridos y humillados votantes cautivos del kirchnerismo esperan también una alternativa que los rescate de la dádiva y los devuelva al peronismo del trabajo. La oposición interna no tiene todavía una cara que la identifique y que unifique el discurso.

El poco tiempo que queda hasta el 18 de Mayo puede ser más que una dificultad, un estímulo: según la mejor tradición argentina, la solución salvadora siempre se arma en el último minuto.

abril 05, 2008
LA REALIDAD JA,JA,JA,JA
¿Qué se puede esperar en materia de política agropecuaria de la Presidencia de la Nación cuando en su comercial criticando la producción de soja con datos inexactos ilustra además el maíz con tres espigas de trigo?

No es que los medios de comunicación sean crueles; es que la incompetencia del Poder Ejecutivo es muy, pero muy grande. En todos los niveles.

Quisiéramos que nuestro Gobierno luciera mejor a los ojos del mundo, para no sentirnos tan avergonzados. Aunque siempre tenemos la risa, como pueblo merecemos más, mucho más.

¿Era éste el cambio de imagen en política internacional?

La peluca y los zapatos son, en verdad, lo de menos.

La pregunta en este foro continúa siendo acerca de cómo organizar los carriles partidarios para elegir a los más capaces.

abril 02, 2008
EL PERONISMO LINDO Y EL PERONISMO FEO
En los ’90, el correcto criterio de Carlos Menem de saldar el pasado y de encaminar el peronismo hacia la modernidad permitió la fusión del peronismo con las antiguas elites oligárquicas y antiperonistas. El peronismo se valió del liberalismo económico como instrumento para brindar a los argentinos lo que jamás dejó de prometer: la grandeza de la Nación y la felicidad del pueblo. El peronismo, con el PJ organizado a su vez como su instrumento institucional, lavó su cara, alegre y bicolor, y los enfrentamientos del pasado quedaron atrás después de muchas décadas de odios y rencores. El peronismo a partir de esos días fue percibido como lindo, no para un grupo sino para todos, con Perón y Evita reivindicados. Las Fuerzas Armadas fueron indultadas, en un recurso quizá injusto, pero políticamente apto para saldar ese otro viejo odio abonado por dos dictaduras en contra del peronismo.

Este peronismo lindo sólo tuvo enfrente entonces dos enemigos: la izquierda, peronista o no, que jamás se identificó con su doctrina anticomunista y espiritual, y el peronismo antiguo, congelado en los instrumentos de la década del ’40. El peronismo lindo, que debió haber durado eternamente en su institución partidaria, en el poder o fuera de él, tuvo una sola razón para su caída: la decisión de Carlos Menem de pretender un tercer mandato en vez de designar un sucesor, en lo que resultó una mal calculada entrega del PJ al líder del peronismo antiguo, Eduardo Duhalde.

El peronismo antiguo aliado con la izquierda volteó a de La Rua y Cavallo –continuidad no institucionalmente peronista de Menem- y tomó ilegítimamente la presidencia de la Nación en la persona de Duhalde. Del peronismo antiguo al peronismo de izquierda había un solo paso y los Kirchner lo dieron, en un principio para negar al peronismo, y luego, ante el temor de que el verdadero peronismo los enfrentase, asumiéndose como peronistas. Falsos peronistas claro, aquellos que del peronismo sólo saben imitar el pasado y no recrear el nuevo.

De ahí que en estos días los mismos peronistas asistamos sorprendidos al regreso de algo que ya no reconocemos como propio: desde las patotas violentas de D’Elía hasta una plaza llena de movilizados enviados por algunos sindicalistas, intendentes, y gobernadores, peronistas corrompidos por la billetera kirchnerista y que dan vergüenza ajena por su traición a aquel pueblo que dicen defender. No faltaron tampoco las sorprendentes invocaciones a una supuesta división social entre oligarcas y cabecitas, como si el último gobierno del mismísimo General y más específicamente, el de Menem, no hubieran existido. Los Kirchner, careciendo de la más elemental cualidad de un peronista, cual es la de ver la realidad, no perciben que el actual enfrentamiento es entre la Argentina productiva (incluyendo a buena parte de los sindicatos vinculados a ésta) y la Argentina improductiva expresada en la creciente cantidad de recursos fiscales que el Estado demanda para sostener los millones de marginados y desocupados que los votan a falta de otra opción, y para disimular el acumulativo efecto de deterioro causado por este modelo económico. En su caricatura del peronismo del pasado, en ese cambalache ideológico donde se imita la voz cascada de Evita, se pone la mano sobre el pecho izquierdo al entonar el himno en un gesto grotesco para los argentinos y se recibe el pañuelo blanco sin animarse a ponérselo en la cabeza después de haber declamado admiración por las sufridas Madres de Plaza de Mayo, lo que el pueblo argentino tiene ante sí es un peronismo feo, que nadie quiere volver a ver, y menos que nadie los peronistas. El peronismo feo, en suma, porque es construido como negación de la verdad, usando la máscara peronista como un disfraz vacío de contenido y de doctrina: los Kirchner usurpan el pasado y lo distorsionan para servir a sus propios fines de poder.

Por eso el PJ es una pieza importante hacia el futuro de la Argentina y requiere la mayor energía de peronistas y no peronistas para recuperar su plena institucionalización democrática, aquella que permitirá reentronizar el peronismo lindo, el de la paz democrática, el de la permanente creatividad impulsada hacia el futuro y el del respeto a los deseos y necesidades del pueblo argentino, sirviéndolos con eficacia.

marzo 17, 2008
MÁS ALLÁ DEL PJ
Aprovechando el receso de Semana Santa y mientras se afinan las estrategias para lograr un auténtico proceso de reorganización democrática, convendría reflexionar sobre la calidad de las organizaciones peronistas no gubernamentales -fundaciones, institutos y grupos o sociedades- destinadas al estudio de políticas públicas y a la formación de nuevos dirigentes.

Es bueno tener en cuenta que una vez reorganizado el PJ y con las distintas líneas representadas en la competencia electoral, la mayor diferencia fuera de la calidad carismática de algunos cuadros, será dada por el conocimiento. Si Perón fue un gran planificador y un estudioso conciente de los problemas de Estado y sus políticas públicas -recordar el importantísimo rol de Figuerola-
sus seguidores no se han caracterizado siempre por el mismo rigor, siendo el de Menem un caso aparte ya que con gran tino recurrió al creador del mejor think tank argentino.

El mismo Kirchner que lanzó mucho antes de soñar con ser Presidente su grupo Calafate, una vez llegado al poder se olvidó de su propio aparato de sostén intelectual, independiente del Estado, prefiriendo la tarea desorganizada bajo su conducción de cuadros dispersos en el Gobierno, muchos de ellos con una formación muy precaria en el conocimiento y diseño de políticas públicas eficientes. Es de suponer que ahora que tiene más tiempo, además de tratar de consolidar su línea K dentro del PJ, dedicará también parte de sus infinitos fondos a crear un verdadero think tank -quizá la misma Fundación Calafate- y a formar cuadros. No sabemos, en cambio, qué va a hacer su oposición dentro del PJ, ya que hoy no cuenta con un think tank semejante dedicado a ser su soporte intelectual. Las ideas de gestión alternativas a las de los Kirchner no tienen hoy un espacio nacional de estudio y análisis y esta es una carencia tan grave para los opositores como la de la falta de representatividad en el PJ.

Es posible que el PJ coagule en su estatizada forma PK, y es posible que se abra a un auténtico juego democrático. En un caso y en otro, una importante mayoría de peronistas no kirchneristas tendrá esta vez, junto a la demanda de un espacio propio, una exigencia infinitamente mayor a la del pasado: tener líderes y representantes que no sólo los expresen en su doctrina e ideología sino que tengan el conocimiento necesario para hacerlas valer. No pedirán sólo individuos carismáticos, pedirán equipos muy profesionales y coherentes, Recordarán que el fin de la vieja política significa no el fin de los políticos sino el fin de los políticos improvisados y que el ingreso a la nueva política pasa por una gestión racional posterior al conocimiento profundo de los problemas públicos. Si el peronismo fue siempre un sentimiento, ahora deberá ser, además, un conocimiento.

Más allá del espacio PJ, hay un espacio intelectual que también debe ser ocupado, y pronto. Una vez en el gobierno, las batallas sólo podrán ganarlas los capaces. ¿O acaso las batallas que el actual gobierno ha comenzado ya a perder no son el producto de su incapacidad profunda y de su infinito error por falta de conocimiento?

marzo 09, 2008
LA REALIDAD, ESA TRISTE VERDAD
El General precisa la ayuda de Serrat para definir lo que por ahora no tiene remedio, la impronta K en un PJ que, dentro de los mismos parámetros del dedo autocrático, se encamina ya hacia internas para elegir autoridades partidarias el próximo 18 de mayo.

Sin embargo, para las elecciones presidenciales de 2011 se firmó un acuerdo por el cual el candidato presidencial se elegirá en internas abiertas. Ya que todos, incluso el mismo Kirchner, reconocen que los padrones del PJ están caducos, por qué no adelantar el espíritu democrático del 2011 al mes de mayo de 2008, asumiendo que todos los ciudadanos que concurriesen a votar podrían ser ciudadanos en busca de un gran partido al cual afiliarse y en el cual influir, o bien ciudadanos activos y atentos al desarrollo democrático de una de sus instituciones políticas básicas. Más aún, como hay muchos PJ provinciales en idéntica condición de irrepresentatividad, mayo sería una excelente ocasión para renovar las autoridades partidarias en todo el país.

Por supuesto, es imposible que esto ocurra, porque Kirchner ha acumulado más poder que los casi cuarenta millones de argentinos desmovilizados por falta de otro liderazgo, aunque sólo fuese por ahora una junta unificada de líderes opositores. El PJ se organizará entonces de acuerdo a lo que Kirchner mande y no a lo que al resto de los argentinos les convenga. Este libreto permanecerá inalterable a menos que algunos de los que representan legalmente a estos argentinos en la actualidad, léase, diputados, senadores y gobernadores, acompañados por aquellos que los representaron alguna vez, se alcen con toda la energía política y las armas legales disponibles e impidan este nuevo ataque a una verdadera democracia.

La reorganización del PJ puede hoy parecer un tema que sólo interesa a líderes o militantes relegados de un PJ que de todos modos nunca tuvo buena prensa en amplios sectores de la sociedad. Mañana, cuando el primer y más importante partido de la Argentina pase a formar parte de la Internacional Socialista y cuando la administración pública argentina termine de homologarse con la de Venezuela, el error de no haber intervenido a tiempo allí donde está el núcleo del futuro poder, se hará sentir, ya no en el peronismo, sino en el resto de la comunidad.

Hablando del General ¿quién lo cuida en San Vicente? No vimos a los Kirchner muy interesados en protegerlo cuando trasladaron sus restos. Hoy se acuerdan de él para reclamar su herencia institucional. Esperemos que el auténtico heredero haga oír su voz, con ese tono habitual del escarmiento y no con el falsete nasal de la obsecuencia escuchado el último viernes.

marzo 01, 2008
LAS FINANZAS DEL PJ
Hablar de las finanzas de un partido que ha estado al borde de la desaparición jurídica puede parecer ocioso, pero es un modo más de evocar uno de tantos robos provocados por la amañada intervención. Además de la posibilidad negada a los afiliados de competir y votar en las internas de su propio partido sin tener que emigrar, el congelamiento del PJ sirvió para que los aportes del Estado vayan ahora al Frente para la Victoria, agrupación política que usufructuó los votos robados. ¿Quién va a mantener ahora al PJ, seguramente en quiebra, hasta las próximas elecciones? Y de modo más general, ¿por qué desde algunos ministerios se admite privadamente que la corrupción institucionalizada sirve para mantener a la misma política, expresada en individuos o en partidos?

No se trata sólo de la ya famosa mítica valija con los dólares venezolanos destinados a la campaña presidencial que ya hace compañía en el imaginario público a la otra famosa valija de Amira, sino de una discusión mucho más profunda acerca de cómo es usado el dinero público. Si la justicia argentina no es confiable y si el ejecutivo promueve la trampa como sistema útil a su proyecto político, no hay otro modo de ejercer presión más que a través de instituciones privadas.

El PJ es una institución privada, y la presión pueden y deben ejercerla sus afiliados, también activos en cuanto a la renovación del padrón y al respeto de las reglas orgánicas del partido. Por otra parte, organizaciones no gubernamentales y apartidarias, con gran prestigio local e internacional, como el CIPPEC y la recientemente premiada Fundación Atlas, deberían ser auditoras y veedoras de la transparencia en la reorganización del PJ. Estas instituciones podrían también colaborar con los afiliados peronistas, desorganizados desde que se ha eludido organizarlos desde el mismo partido, y orientarlos a una participación jurídica activa y eficaz que los restituya en su derecho de únicos dueños legítimos de su histórico partido. Tal vez Transparency International que supo colaborar con el gobierno en otros temas quiera ahora también aportar su cuota para la transparency local.

Todos sabemos que en el fondo sólo se trata de las luchas entre dos proyectos contrapuestos en lo político, lo económico y lo geopolítico y que cada actor político hará siempre todo lo posible para llevar agua a su molino, pero las reglas que unos y otros acordamos fueron las del juego democrático dentro de instituciones limpias y no las del asalto desde el Estado sobre la vida civil. Desde Duhalde, con su ataque a la institucionalidad, a la moneda y a los contratos privados entre los argentinos y entre argentinos y extranjeros, la vida política argentina cruzó una raya y nunca más regresó a la legalidad. Con lo cual se advierte claramente que uno de los dos proyectos jugó sucio al país y a los argentinos y, de paso, proyectó de modo psicopático su culpa sobre el modelo que pretende sustituir. Ese estilo del juego sucio en un modelo que de otro modo no contaría con el favor de la mayoría de los argentinos, ha resultado perdurable pero da la impresión de que debería terminar ya, antes de que termine con el resto de la esperanza que le queda a la Argentina de sobrevivir estratégicamente y no dentro de la táctica de la soja y el petróleo caro.

Mirar el PJ desde el punto de vista amplio de sus finanzas y analizando qué es legal y qué no en la vida política democrática plena que todos los argentinos nos merecemos, es una discusión colectiva pendiente.

febrero 19, 2008
EL PJ: LA CASA COMÚN
En medio de tantas operaciones de prensa como de negociaciones más o menos secretas y con el regreso de Duhalde al opinionario político, continua la movida acerca del desestructurado y hoy inoperante PJ. El debate no es sólo acerca de cómo reorganizarlo democráticamente, de modo que todas las expresiones peronistas tengan cabida, o acerca de cómo recrear su tradición de modo de convertirlo en un instrumento político moderno, altamente operativo y eficiente. Es también, de cara a una sociedad con las ideas muy confundidas, la oportunidad de elevar la discusión política y de demostrar la voluntad de vivir dentro de una auténtica democracia empezando por casa. En este caso, el PJ, la casa común, el hogar madre de todos aquellos peronistas, dirigentes o no, que se reclaman nacidos en ella y no aceptan ni el veto ni la exclusión.

Pocos meses después de la elección en la cual resultaron triunfantes, difícilmente los Kirchner podrían perder una elección interna en el PJ, aún con los padrones actualizados. O sea que la presidencia eventual de Kirchner al frente del PJ no es el punto ni la manzana de la discordia, sino su insistencia en evitar líneas internas de ideas opuestas a las suyas dentro de un partido que pretende convertir en el eje de un frente socialista. En esta posición kirchnerista se observan dos problemas superpuestos que, sin embargo, conviene discutir por separado.

La primera discusión se refiere a la organización democrática y a cómo Kirchner puede optar honorablemente por ésta o persistir en la equivocada actitud del vivo local, que le puede traer predominancia hoy, pero sólo desdichas mañana. El PJ debe incluir todas las corrientes, incluso la kirchnerista y también las más izquierdistas, como la de Pino Solanas, por la simple razón de que el PJ es de todos. “Mi único heredero es el pueblo”, dijo el General, y no hay más que discutir: el PJ es de todos y los dirigentes se eligen en internas; y sí, el gana gobierna y el que pierde acompaña. Esta discusión, como de costumbre, continua y se dirime, como todas las discusiones exclusivamente peronistas, en la bolsa de gatos, ya sea en la bolsa chica de un PJ kirchnerizado o en la bolsa más grande de los dos PJ en pugna, el kirchnerista y el paralelo o disidente.

La segunda discusión interesa en cambio a la sociedad en general, que precisa un orden institucional donde las opciones políticas se desplieguen con claridad. En este sentido, el reclamo cada vez más generalizado de un sistema bipartidista parece indicar que los argentinos preferirían contar con dos partidos fuertes, flexibles y elásticos en lo interno, más que con partidos débiles cuya única fuerza sería la de constituir frentes electorales. Si la opción es entonces por el bipartidismo, el problema a resolver tanto en el PJ como en el Partido Radical, el de la democracia interna y la flexibilidad para aceptar la puja de proyectos disímiles. Esta flexibilidad interna, que obligaría a la permanente batalla interna por las ideas y las posiciones, daría al país un muestrario de opciones políticas amplias y variadas, con dirigencias permanentemente renovadas dentro del orden institucional del partido. Repetida en los dos partidos, esta misma flexibilidad haría posible concentrar la participación política de actores disímiles en ambos partidos, no enraizando ninguno de los dos durante demasiado tiempo en ninguna posición. O sea, un férreo bipartidismo para lograr el más alto movimientismo.

Es este tema de la flexibilización el más difícil de entender para Néstor Kirchner, de espíritu controlador, autoritario, centralista y, básicamente, antidemocrático. Es sobre este punto que la dirigencia peronista que se le opone debería alertar a la comunidad, porque va en contra, no ya de los intereses de los peronistas opositores a Kirchner, sino del más alto interés de la comunidad, que merece lo mejor en ideas y en dirigencias renovables.

febrero 07, 2008
EL PJ PARALELO
El Partido Justicialista es, a la vez, una institución política y una expresión cultural. Se trata de recuperar la institución política y de preservar, respetar y recrear su tradición cultural. En este sentido hay entonces dos tareas: una en el plano jurídico institucional, que consiste en la reorganización institucional del partido, según reglas democráticas, y una en el plano de discusión y recreación de esa tradición. Desde el gobierno y desde el aparato político kirchnerista se puede intentar condicionar la reorganización institucional, por medio de diversas trampas o por el simple peso del poder del Estado y de su inagotable billetera para comprar voluntades y votos, pero lo que desde el oficialismo no se puede hacer, es frenar la reorganización cultural del justicialismo.

Nada sino la renuncia a organizarse de los mismos dispersos miembros de las diversas corrientes opositoras a Kirchner, será lo que detenga este proceso de recuperación de la tradición y de renovación de la política por medio de la discusión. Como bien dice Pascual Albanese en su comentado artículo Peronismo y democracia: “Hacia adentro del peronismo, el objetivo es llegar a conformar una “masa crítica” dotada de poder suficiente como plantarse seriamente como una alternativa real al oficialismo. Esto implica generar un amplio espacio de coincidencias, capaz de atraer a todos los dirigentes y sectores políticos y sindicales que no comulgan con el proyecto oficial de vaciamiento del peronismo”. La construcción de un PJ paralelo, con una expresión virtual en Internet como punto de encuentro y referencia, es posible y recomendable, y sólo depende de aquellos dirigentes y militantes que asuman su inalienable derecho a la absoluta libertad para hacer y crear.

En este momento hay dos posibles PJ: el del oficialismo cerrado a una posible institucionalización democrática y el de una oposición que, mientras busca el momento y las condiciones para regresar a la institución, puede crecer y desarrollarse en total libertad y en pleno uso de sus facultades creativas políticas; entre ellas la de una depuración de los padrones. Un día, esperemos que no muy lejano, ambos PJ serán uno solo: el Partido Justicialista institucional, tradicional y democrático. “La organización vence al tiempo”; en este caso, lo que vencerá al tiempo será la oposición organizada.

febrero 02, 2008
MILITANDO POR UN SUEÑO
Así como los Kirchner han ido variando su idea de partido, yendo del Frente para la Victoria al sueño de un PJ propio, cada argentino, peronista o no, tiene su propio sueño acerca de cómo debería ser el nuevo Partido Justicialista y a quién debería representar.


"Yo tengo un sueño". La frase de Martin Luther King, repetida rítmicamente en el más famoso de sus discursos, siempre viene al caso en toda etapa seminal. Los sueños cuentan. Los sueños hacen.

Mi sueño es que el Partido Justicialista se convierta en un partido democrático con muchas líneas internas que expresen las diferentes tradiciones conservadoras, las anteriores al peronismo, las del peronismo más ortodoxo y la de la síntesis peronista-liberal, que expresa el progresismo modernista opuesto al estatismo centralista y socialista de, por ejemplo, los Kirchner.


Es un sueño relativamente novedoso, porque si bien tenemos la experiencia de los 90 de Menem-Cavallo, en la cual esa alianza funcionó con eficacia durante un tiempo, nunca hemos hecho el trabajo de construir a conciencia un partido común que blanquee y solucione por fin el conflicto histórico que ha originado la persistente carencia de una jerarquizada dirigencia política. El peronismo debe obligatoriamente concluir con su reemplazo de las elites conservadoras del pasado, ya que éstas, diluidas por el mismo peronismo y por la fuerza de la historia, no pueden ser ya alternativa y, abandonado el rol de enemigas, sólo les cabe el de socias.


El actual remanente de dirigentes peronistas vivos puede cumplir con esta misión histórica o no. El sueño puede convertirse en realidad o no. Todo depende de cómo los argentinos interesados en la vida política puedan absorber este desafío. Nos encaminamos hacia un sistema nítidamente bipartidista. El otro partido será, sin duda, el radical, con su tradición opositora de desafiar al peronismo en tanto encarnación de una elite popular y democrática. El peronismo encarnado en su más amplia dimensión filosófica, cultural e histórica, el justicialismo, permitirá al radicalismo una equivalente redefinición ampliada de sus metas filosóficas, culturales e históricas.

Comparativamente, y para tomar como ejemplo los países que están en el origen de esta formulación de sistema bipartidista, se puede decir que el Partido Justicialista debería ser el equivalente del Partido Republicano en los Estados Unidos y del Partido Conservador en Gran Bretaña, y el Partido Radical, el equivalente del Partido Demócrata en los Estados Unidos y del Partido Laborista en Gran Bretaña. El problema a resolver es que quien aspira hoy a reorganizar y dominar el Partido Justicialista tiene el sueño exactamente opuesto.

Estos años anárquicos en lo político han dejado un saldo creativo riquísimo que aún no luce porque no ha encontrado su forma institucional. Hay más de un sueño activo y las preguntas para este foro son: ¿Qué estamos soñando? ¿Cómo imaginamos el sistema bipartidista? ¿Cuál es la identidad institucional del Partido Justicialista que mejor servirá a la Argentina?

enero 19, 2008
EL VELOZ TIEMPO POLÍTICO
Fuera de la presidencia, Néstor Kirchner ha decidido volver a ocuparse de la política institucional y, según parece, ha decidido propulsar la reactivación del PJ con él como presidente. Es un punto de partida y queda abierta la discusión sobre los puntos de llegada, ya que la tentación de construir un partido hegemónico al estilo chavista será demasiado fuerte.

Vale la pena recordar que el peronismo más absolutista de los años '40-'50, siempre tuvo al partido radical enfrente, por lo tanto no está dentro de la tradición peronista el partido único. El hecho de que el actual gobierno tenga a una presidente de origen peronista y a un vicepresidente de origen radical también llama a la reflexión acerca de por dónde trazar la línea del presente y resolver si la mezcla hegemónica del Frente para la Victoria con el nuevo nombre de PJ es lo que le conviene al país. Los miembros del PJ virtual serán los que a la larga decidirán, ya que el nuevo PJ, heredero de una tradición específica y de un mandato institucional de su fundador, será una construcción colectiva o no será.

Esto lleva al tema de qué es el PJ hoy y a la resolución de cancelar las afiliaciones para recomenzar con una afiliación transparente, la base de una nueva y verdadera vida democrática interna.

Por último, lanzada por los Kirchner, la idea de la reactivación del PJ suena más que un intento de regreso a una verdadera democracia, a la adquisición de un nuevo instrumento de poder para el matrimonio presidencial. La construcción de un polo de opinión diferente al kirchnerista y la construcción de una o más corrientes internas opositoras es lo único que garantizará la auténtica transparencia y democratización.

enero 18, 2008
LOS DOS GRANDES RIOS Y SUS AFLUENTES
La vida política argentina posterior a la recuperación democrática se encauzó en forma espontánea en los dos grandes partidos nacionales con tradición histórica: el peronista-justicialista y el radical. El radical se redefinió no ya como partido popular como en sus inicios sino como reacción al peronismo, ya sea a sus aspectos juzgados como totalitarios, conservadores o, posteriormente, a sus más progresistas y modernistas opciones en la economía y en las relaciones internacionales.

Ambos partidos generaron tendencias internas que se asemejaban más a sus afines del partido rival que a sus rivales internos, y esto, sumado al personalismo de los conductores dominantes en los dos partidos, desordenó a ambos y sembró la semilla de una discordia política general que terminó en la escisión de ambos partidos en multitud de pequeños partidos y alianzas que se imaginaron semilla de los nuevos grandes partidos del futuro y que procuraron el congelamiento de los dos partidos tradicionales.

Esta situación en la cual la vida política no tiene ni nuevos cauces, tal como creía la diáspora de dirigentes y afiliados hacia nuevas promesas políticas, ni recuperó sus estructuras partidarias tradicionales, aparece tras las elecciones amañadas de 2007, como terriblemente peligrosa para la Nación, incapaz ya de darse opciones políticas según las necesidades de su destino. Sólo se puede ir aceleradamente hacia adelante y colaborar con la creación y engrandecimiento de nuevos partidos o tomar la opción conservadora, desde la raíz misma de este concepto, en un país donde todo lo heredado se ha destruido de manera sistemática, y bregar por la recuperación de los dos partidos tradicionales.

Este foro toma como bandera esta opción de regreso a un pasado no tan lejano, que está a menos de una década del actual 2008, y se propone crear las bases de discusión para una recuperación del Partido Justicialista y de su valiosa herencia política, como modo de orientar además la reorganización de su doble y necesario par, el no menos valioso y tradicional Partido Radical.

Si los dos grandes ríos vuelven a correr en su cauce normal, los afluentes, o sea los pequeños partidos de la diáspora, no tardaran en afluir y en crear una corriente aún más poderosa en cada uno de ellos. Los nuevos partidos, que no pueden crecer más allá de sus límites regionales y, en general, dominados por fuertes personalidades políticas encontrarán en estas dos grandes corrientes la posiblidad de un alcance nacional por la fusión, ya sea en alianza o en corriente interna. La fluidez de los procesos democráticos en los dos grandes ríos y en los afluentes depende en rigor de una movilización de las personas e ideas en este sentido, exigiendo el respeto de los jueces a la ley y la no ingerencia del gobierno en la administración de la justicia electoral. Hay suficientes foros internacionales como para convencer a jueces y gobierno de que les conviene más el camino de la transparencia que el de nuevos papelones internacionales.

Este foro pretende discutir estas cuestiones generales de la reinstitucionalización de nuestra vida política, ayudar a la recuperación del Partido Justicialista, y promover, muy especificamente, lo que hoy aparece fuera del escenario de las opciones electorales: su corriente interna de pensamiento conservador y modernista a la vez.

Invito a participar a amigos, compañeros y al público en general, como modo de recuperar, al menos en este foro, el gusto por la verdadera discusión política, esa que permitirá cambiar nuestro destino y llevar a nuestra Nación allí donde debería estar. Seguramente no en una coalición sudamericana de repúblicas bolivarianas, allí donde iremos a dar si no hacemos valer, democráticamente, otra opción.

diciembre 31, 2007
POR LA RECUPERACIÓN DEL PARTIDO JUSTICIALISTA
El General Perón no se cansaba de repetir que "La vida es lucha". Tampoco de insistir en que las instituciones vencen al tiempo. Sin duda, ante la pérdida del instrumento democrático para ganar elecciones, el partido político, hubiera en estos días insistido con las dos ideas: luchar y recuperar el partido perdido.

Los últimos presidentes, de origen peronista, llegaron al gobierno y al poder por vías ilegítimas: Duhalde, por un golpe institucional; Kirchner por Duhalde y Kirchner por Kirchner. Ninguno de ellos fue elegido en internas previas.

A los argentinos identificados con el Partido Justicialista, peronistas o no, nos gustaría volver a tener un partido donde elegir en internas abiertas a nuestros representantes. Este foro está destinado a recuperar la vida interna del Partido Justicialista hasta que la institución vuelva a funcionar normalmente.

Invitamos a todos a participar en este Partido Justicialista virtual para recuperar el Partido Justicialista real.